Los sistemas de juntas cortafuegos persiguen conseguir hermeticidad ante las llamas, gases calientes o inflamables, evitando el efecto chimenea entre los elementos de construcción, tanto en horizontal como en vertical. Su correcto funcionamiento está certificado mediante ensayos realizados en laboratorios europeos.
La combinación de los cordones con sus complementos permite alcanzar entre 2 y 4 horas de resistencia al fuego.